Hotel Atlas Vondelpark Ámsterdam

La ubicación al lado de un parque hermoso.

Nada, ninguna queja.

La ubicación excelente, cerca del parque Vondelpark. Personal amable y servicial. Habitaciones confortables y limpias. Buena calefacción en invierno.

Todo estaba en orden.

Este hotel está en una zona bonita de la ciudad, justo al lado de un parque precioso. Las habitaciones en los pisos superiores son cómodas y algunas incluso cuentan con una bañera. El desayuno incluido es excelente, con opciones calientes y frías, y también se puede pedir para llevar. El servicio del personal es muy amable y atento.

Todo estuvo muy bien.

Nos encantó la ubicación del hotel, cerca de un hermoso parque y de la estación de tranvía. Además, está en el centro de la ciudad y cercano a los principales lugares de interés. La habitación era cómoda, con una cama muy confortable. El personal era muy atento y nos dieron recomendaciones útiles. El desayuno era variado y delicioso, nos encantó el buffet. Además, disfrutamos de las instalaciones, como el alquiler de bicicletas.

La ducha definitivamente necesita puertas o cortinas, ya que el agua se empapa todo el área.

La ubicación del Hotel Atlas Vondelpark es perfecta, justo al lado de un hermoso parque donde se puede disfrutar de la cultura de Ámsterdam. Además, el hotel está cerca de sitios de interés y se puede llegar caminando a muchos lugares turísticos. Las instalaciones, aunque antiguas, están muy bien mantenidas y el mobiliario es bastante bueno. ofrecen servicio de alquiler de bicicletas, lo cual es muy conveniente para explorar la ciudad. Lo mejor de todo fue la atención del personal, siempre atentos a nuestras necesidades y dándonos recomendaciones útiles. Además, nos recibieron con una bebida caliente y una galleta tradicional, lo cual fue un detalle amable. En la habitación, encontramos vino, café y frutas de cortesía, y en el lobby había café, capuchino y otras bebidas gratis.

Aunque las instalaciones están bien mantenidas, la infraestructura del hotel es antigua y podría beneficiarse de una actualización en las puertas, las alfombras y los muebles en general. tuvimos un poco de frío en la noche, por lo que mejoraría la calefacción.

El personal habla con fluidez en inglés y al menos uno en castellano. El desayuno es variado, tipo bufet, y económico. La casona de la época es bonita y el vecindario es hermoso, a 5 minutos del Museo de Van Gogh. El precio es razonable para ser Amsterdam.